Agrupaciones musicales, personas que se reúnen a hacer música de forma profesional, han existido siempre. Claro, los motivos pueden disentir, pero un grupo de músicos armonizando a la vez no es un fenómeno reciente.
Claro, las bandas musicales son propias de siglo pasado y del actual, pero estas son una clara evolución, si es que puede llamársele así, de los anteriores músicos de cámara, de la corte, e incluso de las grandes orquestas.
Los músicos de cámara pueden considerarse los primeros artistas musicales en ser catalogados como tal. Antes hubo músicos que tocaban para amenizar las cortes de los reyes, pero solo eran un relleno del contexto. Los anteriores son considerados como artistas cuyo arte requiere de un contexto particular para ser disfrutado.
Los músicos de cámara, que podía ser una sola persona tocando el clavecín u otro instrumento de cuerda, o un pequeño grupo de músicos, deleitaban a la corte o a los clientes que podían darse el lujo de pagar dicho entretenimiento.
En este sentido, músicos de cámara de la talla de Mozart fueron considerados los primeros artistas musicales más allá del rasgo de compositor y tocaban para un cliente específico. Lo mismo sucedía con los cuartetos de cuerdas o agrupaciones similares, que eran llamados de vez en cuando para deleitar al cliente.
A partir de entonces, aproximadamente en el siglo XVIII, los músicos han sido considerados artistas por cuenta propia a la altura de pintores, escultores y arquitectos, pero las agrupaciones musicales o bandas, comienzan a cobrar relevancia, sobre todo por la creciente demanda provocada por el auge económico fruto de la revolución industrial.
Al día de hoy, algunas bandas musicales son conocidas a nivel mundial, lo que es un devenir lógico de lo mencionado con antelación, el músico como una estrella en su totalidad. Aunque, claro, ha tenido que pasar bastante tiempo para que esto ocurra.
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